Mi amor por ti
es como el beso puro
que la madre pone
en la mejilla sonrosada
de su pequeño hijito.
Como la mirada tierna
de una virgen huidiza y asustada.
Tan fuerte, tan valeroso
como el sentimiento que asalta
la mente del soldado
cuando contempla a su patria
desgastada, abatida.
Como un dolor suave
y a la vez punzante y angustioso
que ayuda a llegar
hasta el reino de los justos.
Como el alba que al aparecer
lleva la sonrisa y la esperanza
al corazón de los que han sufrido
con las pesadas tinieblas.
No sé, pero tú me entiendes, ¿verdad?
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