Hoy ya encontré ese algo que esperaba
en la lejanía incierta de mi pensamiento.
Lo coroné de amor, lo cubrí con nardos
y oculto quedó en la vaga ilusión perdido.
Esa vaga ilusión la perseguí
en la mariposa, en el jilguerillo.
Volví a casa con las manos vacías,
sin sonrisa, pues tras él se había ido.
Busqué en vano entre las ondas
ese algo que fue efímero.
Hoy ya no tengo lo que hallé
entre los tules rosa de mi pensamiento
que ayer coroné de amor
y sepulté entre espinos.
No tuve la culpa yo,
fue la ilusión que cortada
huyó al oír el ruido tenue de mi suspiro.
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