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¿Cómo puede ser…?

¿Cómo puede ser, mi Dios,
que sin querer lastimar
de forma cruel y mezquina
clave hondas espinas
en el corazón de él?

Mi hermano quise que fuera
y con amor le traté
mas ese amor fraternal
con el transcurrir del tiempo,
transformose, poco a poco,
en su alma varonil,
en un huracán ardiente
que todo lo devastaba,
en llamas abrazadoras
que todo lo devoraba.

A tus pies, mi buen Jesús.
Por él vengo a rogarte,
a llorarte, a suplicarte
que cese su amor por mí.

Tú sabes que no podré
corresponder su cariño
porque ya desde hace tiempo
mi corazón virginal
palpita, humilde y sincero,
por un amor sin igual.

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