Saltar al contenido

Mes: enero 2021

¿Cómo puede ser…?

¿Cómo puede ser, mi Dios,
que sin querer lastimar
de forma cruel y mezquina
clave hondas espinas
en el corazón de él?

Mi hermano quise que fuera
y con amor le traté
mas ese amor fraternal
con el transcurrir del tiempo,
transformose, poco a poco,
en su alma varonil,
en un huracán ardiente
que todo lo devastaba,
en llamas abrazadoras
que todo lo devoraba.

A tus pies, mi buen Jesús.
Por él vengo a rogarte,
a llorarte, a suplicarte
que cese su amor por mí.

Tú sabes que no podré
corresponder su cariño
porque ya desde hace tiempo
mi corazón virginal
palpita, humilde y sincero,
por un amor sin igual.

Deja un comentario

Un lucero en el cielo

El día que tú naciste
nació un lucero en el cielo.
Gracias, Dios mío, por darme
lo mejor del mundo entero.

Tengo un hijo que me cuida,
que me mima y me protege,
que llena mi vida entera
con sus requiebros y sus besos.

No podría ser más feliz.
Es el mejor regalo
que del cielo me ha llegado.

Siempre soñé con él
y mi sueño lo he alcanzado.

1 comentario

Súplica a la Virgen Milagrosa

Madre mía, Milagrosa,
Virgencita del amor,
tienes los ojos más dulces
que el néctar de la más fragante flor.
Y es tu cuerpo tan donoso,
tan esbelto, tan lleno de candidez
que de todo él se desprende
pureza y nitidez.

Tu manto azul sereno,
la hermosa luna a tus pies
y tus manos candorosas
alumbran con timidez
la oscuridad de este mundo
de tinieblas y de fe.

Tu mirada está clavada
en las pupilas de Él
y le pides por tus hijos
indignos de tu querer
que no merecen siquiera
una lágrima bendita
de esos ojos de mujer.

De hinojos ante tu pies
a ti pedimos clemencia,
ayúdanos, Madre mía
a vencer la tentación
que con frecuencia nos tiende
el Demonio engañador.

Deja un comentario

Risa cruel

Tú eres mi dulce y eterno amor
Estar contigo es la dicha,
estar lejos, el temor.

Cuando nubes de desdichas
enturbian mi corazón,
mi alma entera se cubre
de miedo y consternación.

No te entristezcas, bien mío.
No te disgustes, ¡por Dios!
Que tu tristeza es la mía
y tu dolor mi dolor.

Deseo ver dibujado
en tus labios el amor
y no desprecios ni burlas
que me llenan de temor.

Mas una pena muy grande
sin querer me dominó
cuando vi que te reías
sin piedad, sin corazón.

Al ver que por ti lloraba,
por tu ingrata incomprensión.

Deja un comentario

Saber esperar

La lluvia se desliza
melancólica, asustada,
como una sombra densa
de humo blanquecino
que cegase sin dejar ver.

Para los que aman
es el preludio del invierno,
de la unión familiar,
de la paz y del sosiego.

Para los que no conocen
el fuego ardiente del hogar
significa el fastidio, el tedio
por tener que abandonar
los pasatiempos veraniegos.

Afortunadamente,
existe otro grupo de personas
más elevadas espiritualmente
que amando se separan,
que queriéndose se alejan,
pero no con tristeza
sino con una sonrisa
diáfana y tenue
en sus labios amorosos.

Saber esperar, he ahí
la maravillosa clave
de los que ilusionados sueñan.
He ahí la renuncia valerosa
de los que no olvidan.
He ahí el sacrificio sublime
de los que no dicen adiós
sino hasta pronto.

1 comentario